El amor es la palabra más importante y usada en casi todos los idiomas, pero sin lugar a dudas es la menos entendida.
Muchos especialistas, tanto seculares como religiosos, están de acuerdo en que el amor juega un papel central en la vida del ser humano.
Se dice que “el amor es una cosa esplendorosa”, y que “el amor hace girar al mundo”.
Miles de libros, canciones y películas aprovechan de esta palabra para que el ser humano les abra el corazón. Y cuando hablamos de “Amor”, la Biblia le da un lugar prominente, pero también lo hacen numerosos sistemas filosóficos y pensadores no cristianos. Pero, pareciera que ese amor, es solo parte activa en la etapa del noviazgo o enamoramiento, y cuando esta etapa pasa, ese amor que trasciende comienza a descender y poco a poco opacarse, hasta que casi no se lo puede mirar.
Elena de White, dice:
“El amor divino que emana de Cristo no destruye el amor humano, sino que lo incluye. Lo refina y purifica; lo eleva y lo ennoblece. El amor humano no puede llevar su precioso fruto antes de estar unido con la naturaleza divina y dirigido en su crecimiento hacia el cielo. Jesús quiere ver matrimonios y hogares felices”(Hogar Cristiano, pág. 84)
Muchos vienen listos para casarse amándose hasta el infinito, son capaces de demostrar todo por su amado o su amada, pero hay una realidad que asusta, cuando pasa esta etapa de noviazgo y conquista, “el amor” parece sufrir una metamorfosis, porque luego comienzan a vivir soportándose porque el amor se les va.
En el libro el poder la esperanza del año 2018, se encuentran tres historias, voy a referir la tercera, que describe una realidad interesante. Dice: “Victoria tenía buena relación con todo el mundo. Sin embargo, meses antes, tuvo una discusión desagradable con su hermano y no se hablaron más. Ella no quería hacer las paces, ya que había sufrido mucho por la afrenta de él. Cuando recordaba el momento del desacuerdo, se airaba, con el ritmo cardíaco muy alterado, y sentía náuseas”. Interesante que Victoria se llevaba bien con todo el mundo, entonces, viene la pregunta: ¿es posible dar la apariencia de vivir feliz, pero por dentro estamos destrozados? ¿Es posible perdonar algo tan fuerte y decir “ya lo perdoné”, pero cuando viene el recuerdo, te alteras y te angustias o deprimes? ¿es fácil que una niña perdone a su agresor? ¿es fácil que una esposa perdone la infidelidad de su esposo o viceversa? “
Pero la realidad es, que el ser humano está lejos de Dios. Decía un médico:
“el mundo está enfermo por falta de amor. DIOS es amor. Nunca ha venido un paciente porque le sobra amor y diga: “estoy enfermo porque mucho me aman en mi casa”, “mucho me ama mi esposo, mucho me aman mis hijos”.
El amor nunca es demasiado. Entonces este médico comprendió que la mayoría de las reacciones físicas, son el resultado de lo que una persona piensa.